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viernes, 23 de marzo de 2012

Pautas para educar la fe de los niños


Entre lo 0 y los 3 años
Desde que nace el niño, debe sentir a Dios en la vida de sus padres. Los autores citan a un niño de 2 años que al levantarse decía esta oración aprendida de su madre: “Buenos días Jesús, buenos días María, os doy el corazón y el alma mía” .
En esta etapa, la vivencia religiosa se debe transmitir dentro de la máxima claridad y con actos concretosen un clima de intensa afectividad. Conviene por lo tanto, que el niño vea desde su cuna o cama una imagende Jesús y de la Virgen y que se le enseñe a besar alguna imagen o medalla con la misma naturalidad que besa a sus padres.
Es bueno aprovechar la Navidad y otras ocasiones cristianas durante el año para narrarle historias sencillas sobre la vida de Jesús y la Virgen.

Entre los 3 y los 6 años
Más importante que enseñar oraciones vocales, es desarrollar en los niños la capacidad de diálogo sencillo y espontáneo con su Padre Dios, con Jesús y con María. Es muy importante fomentar que recen cada día al levantarse y al acostarse. Sin embargo hay algunas oraciones que se pueden enseñar no de forma mecánica, como el “ángel de la guarda” o el “Jesús, José y María”.
Es también el momento de enseñar al niño a expresar esos sentimientos religiosos como arrodillarse para rezar ante una imagen, persignarse o besar un crucifijo.
Esta es la etapa en que el niño comienza a comprender el valor de la Santa Misa y por lo tanto es bueno llevarlo, cuando sea posible, a misas dominicales especiales para chicos. Esto les ayudará a tomar la Eucaristía no como un compromiso obligado, sino como un diálogo con Dios a través de esta ceremonia.

Entre los 6 y los 10 años
Esta es la edad en la que los padres deben convertirse en los primeros catequistas de sus hisjos. Es la edad del razonamiento y por lo tanto conviene tener en cuenta lo siguiente:
  • Elegir un buen colegio
  • Continuar con el ejemplo
  • Consolidar su formación religiosa
  • Prepararlos para la primera Confesión (en sintonía con la parroquia o colegio)
  • Prepararlos para la Primera Comunión (idem)
  • Ayudarles a formar su conciencia.
  • Continuar con las virtudes humanas y sociales.
(Espere un próximo artículo en LaFamilia.info sobre la preparación para la primera
Confesión y para la Primera Comunión)
Esta es la llamada “Edad de Oro” y es el momento en el que los padres pueden ganar en buena parte la batalla de la adolescencia.

Entre los 10 y los 12 años
En esta etapa los consejos son una continuación de la etapa anterior, pero con una clara orientación a preparar para la edad de la crisis: la adolescencia. Por esto conviene cuidar, entre otras cosas, las siguientes:
  • Seguir orientando la vida de piedad.
  • Dar criterios claros y asegurarse que se han entendido bien.
  • Ayudarle a intensificar la vivencia de las virtudes, especialmente la caridad (virtud principal), la sinceridad, la laboriosidad y la reciedumbre.
  • Darle una información sexual adecuada a su edad y a las circunstancias del ambiente en que se mueve.
  • Ayudarle a usar su libertad responsablemente.
  • Resaltar la necesidad y el valor de ayudar a los demás.
  • Enseñarles a descubrir el valor de una buena amistad.
  • Mantener con los hijos un clima de amistad, confianza y alegría.
Fuente: “Urgencias de la Catequesis Familiar” de Pedro de la Herrán y Fernando Corominas
 

martes, 20 de marzo de 2012

Las cuatro tareas de la familia cristiana


En el designio divino la misión de la familia es custodiar, revelar y comunicar el amor de Dios por la humanidad. Bajo esta luz se definen las cuatro tareas de la familia cristiana en las que se expresa su misión y vocación.
¿Cuáles son las tareas?
1. Formar una comunidad de personas.
2. Participar en el amor de Dios y en su poder de Creador, y Educar a los hijos hasta la madurez.
3. Participar en el desarrollo de la sociedad.
4. Participar en la vida y misión de la Iglesia.

He aquí una pequeña ampliación de cada tarea:

La formación de una comunidad de personas:
Si la misión de la familia es la de custodiar, revelar y conservar el amor, será precisamente el amor el motor, la fuerza que construya esta comunidad de personas.
El amor va creando esa atmósfera de comunión y de espontánea libertad en la que se desarrolla armónicamente la personalidad humana de toda la familia: entre esposos, entre padres e hijos y demás familiares.
La primera comunión que se instaura es la de los cónyuges que hunden sus raíces en el complemento natural que existe entre el hombre y la mujer, animados por compartir lo que tienen y sobre todo lo que son. Es una comunión que se caracteriza por su unidad y por su indisolubilidad.

Transmisión de la vida y educación de los hijos:
La fecundidad es una dimensión del hombre y de su amor. Esta misión hay que verla, hay que reflexionarla, meditarla como criaturas ante nuestro Creador.
La misión de la familia de estar a favor de la vida es ahora más urgente que nunca pues ha surgido una mentalidad contra la vida que se ha difundido extensamente con la ayuda de poderosos medios económicos y de los medios de comunicación social.
El Concilio Vaticano II en la declaración sobre la educación Cristiana de la juventud nos recuerda que "puesto que los padres han dado la vida a los hijos, tienen la gravísima obligación de educar a la prole y por tanto hay que reconocerlos como los primeros y principales educadores de sus hijos. Es pues, deber de los padres crear un ambiente de familia animado por el amor, por la piedad hacia Dios y hacia los hombres, que favorezca la educación integral, personal y social de los hijos".

Su participación en el desarrollo de la sociedad:
Si la familia es la célula primera y vital de la sociedad, sería muy perjudicial que se quedara convertida en un "Ghetto" sin proyección al exterior. El desinterés por la comunidad social acabaría por destruir a la propia familia.
El amor de la familia debe de transmitirse a la sociedad. Sobre todo en nuestra sociedad las familias cristianas deben aportar sus mejores esfuerzos para que las decisiones políticas vayan encaminadas a favor de un modelo de sociedad más humana, más justa, más honesta y más auténtica.
No olvidemos que el futuro del mundo y de la Iglesia pasa por la familia.

Participación en la vida y misión de la Iglesia:
La familia cristiana está llamada, como una de sus tareas fundamentales, a la edificación del reino de Dios en la Historia. ¿Cómo? Participando en la vida y misión de la Iglesia. La unión y la semejanza entre la familia y la Iglesia son estrechísimas: La familia cristiana es como una "Iglesia en miniatura", "Iglesia pequeña", "Iglesia doméstica".
La familia recibe el amor de Cristo y está llamada a transmitir este mismo amor que salva a los hombres. Recibir y transmitir. Por eso la familia está llamada a evangelizar acogiendo y anunciando la palabra de Dios. La futura evangelización depende en gran parte de la Iglesia doméstica.
Son muchas las familias y hombres que hay que ayudar:

A los que buscan la verdad.

A los que se han alejado.

A las familias que no creen.

A las familias cristianas que no viven coherentemente la fe recibida.

Fuente: laverdadcatolica.org

miércoles, 14 de marzo de 2012

Cinco regalos que puedes ofrecer para nutrir la fe de tus hijos


Los padres son responsables del bienestar material de los hijos. Aun así, sabemos que nuestros hijos también son seres espirituales. He aquí cinco obsequios con los que puedes nutrir la fe de tus hijos.

1. Explica a tu hijo la razón por la cual le dieron el nombre que lleva. Los nombres bíblicos tienen un fuerte significado. Jesús cambia el nombre de Simón por Pedro (que proviene del griego y significa “piedra”), nombre que indica la vocación de Pedro como líder de la comunidad cristiana. Al decirle a tu hijo cómo fue que escogieron su nombre, resalta las esperanzas espirituales que tienen respecto a él o ella, y enfaticen la conexión que esperan que tenga con la comunidad.

2. Comparte historias sobre tus ancestros. Por ejemplo, explica cómo  llegaron tus ancestros a este país. Tales historias de fuerza de voluntad, perseverancia, fe en Dios y en sí mismos, les ayudarán a saberse parte de una historia más amplia y no tan restringida.

3. Comparte quién es tu santo o santa favorita y por qué. Describe cómo fue que te inspiraste por el ejemplo y la enseñanza de este santo o santa (puede ser otra persona cuyo ejemplo sea notable, aunque no haya sido formalmente canonizada). Explica a tu hijo tu devoción por esta persona santa y dialoga con él o ella acerca de la gente que admiras.

4. Comparte una historia en la cual tu fe te haya ayudado en una experiencia difícil de tu vida. Acuérdate de cuando hiciste una decisión muy importante, y si te sientes cómodo, comparte la manera en que tu fe influyó en tu decisión. Igualmente, comparte con tus hijos la manera en que tu fe te ayuda a vivir cristianamente.
 
5. Da a tu hijo tiempo y atención; escucha sus sueños y esperanzas. El cuidado y la preocupación que manifiestes por tu hijo provee los cimientos sobre los cuales tu hijo puede aceptar el amor de Dios y de los demás. Diariamente le ayudas a tu hijo a formar la actitud que él o ella comparte en la oración familiar y la liturgia parroquial. La atención amorosa que ofreces a tu hijo lo prepara a encontrar a Jesús en su corazón, en la Eucaristía, y en las demás personas.

Fuente: http://www.lafamilia.info

miércoles, 7 de marzo de 2012

8 de Marzo: Día Internacional de la Mujer


Historia de los Movimientos Reivindicativos

El Día Internacional de la Mujer, originalmente llamado Día Internacional de la Mujer Trabajadora, se celebra el 8 de marzo y está reconocido por la Organización de las Naciones Unidas, ONU. Conmemora la lucha de la mujer por su participación, en pie de igualdad con el hombre, en la sociedad y en su desarrollo integro como persona. Es fiesta nacional en algunos países.
Iniciativa masculina dominicana del año pasado para la conmemoración del 25 de noviembre, Día Internacional de la No Violencia Contra la Mujer
El más antiguo antecedente histórico de lucha feminista se hace remontar a la obra clásica Lisístrata, de Aristófanes, ambientada en la antigua Grecia, donde la protagonista realiza una huelga sexual contra los hombres para poner fin a la guerra. Durante la Revolución francesa, marchando hacia Versalles, las mujeres parisinas pidieron, bajo el lema libertad, igualdad y fraternidad, el sufragio electoral femenino.
A mediados del siglo XIX, los movimientos reivindicativos de la mujer salen a la luz, luchando por el sufragio femenino, reivindicando la igualdad y denunciando de la opresión social, familiar y laboral. Surgieron entonces los denominados movimientos sufragistas, inicialmente de origen burgués; aparecieron después los primeros grupos feministas en el movimiento obrero.
 
En agosto de 1910, la Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, reunida en Copenhague, proclamó el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, como una jornada de lucha por los derechos de las mujeres. La propuesta fue aprobada unánimemente por la conferencia de más de 100 mujeres procedentes de 17 países, entre ellas las tres primeras mujeres elegidas para el parlamento finés. El objetivo era promover la igualdad de derechos, incluyendo el sufragio para las mujeres.

Año 1911: Primera Celebración del Día Internacional de la Mujer 


Como consecuencia de la decisión adoptada en Copenhague el año anterior, el Día Internacional de la Mujer Trabajadora se celebró por primera vez (el 19 de marzo 1911) en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza, con mítines a los que asistieron más de un millón de personas, que exigieron para las mujeres el derecho de voto y el de ocupar cargos públicos, el derecho al trabajo, a la formación profesional y a la no discriminación laboral. En 1914, en Alemania, Suecia y Rusia se conmemora, por primera vez de manera oficial, el Día Internacional de la Mujer el 8 de marzo.

Después de la revolución de octubre (1917), en la ex Unión Sovietica se logró que el 8 de marzo se considerase fiesta oficial en la Unión Soviética, aunque laborable (en 1965, la Unión Soviética declaró no laborable el Día Internacional de la Mujer Trabajadora). Desde su aprobación oficial por la Unión Soviética, la fiesta comenzó a celebrarse en otros muchos países. En China se celebra desde 1922, en España se celebró por primera vez en 1936.

En 1975, la ONU comenzó a celebrar el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer. En diciembre de 1977, la Asamblea General de la ONU proclamó el 8 de marzo como Día Internacional por los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional. En el año 2011 se celebró el Centenario del Día Internacional de la Mujer. En ese año, comenzó a operar la Entidad de la ONU para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de la Mujer, también conocida como ONU Mujeres.
El Día Internacional de la Mujer ha adquirido a lo largo del siglo XX una dimensión mundial. El movimiento internacional en defensa de los derechos de la mujer es creciente y es reforzado por la Organización de Naciones Unidas que ha celebrado cuatro conferencias mundiales sobre la mujer y ha contribuido a que la conmemoración del 8 de marzo sea un punto de convergencia de las actividades coordinadas en favor de los derechos de la mujer y su participación en la vida política y económica.

 Fuente:laromanabayahibenews.com