Entre lo 0 y los 3 años
Desde que nace el niño, debe sentir a Dios en la vida de sus padres. Los autores citan a un niño de 2 años que al levantarse decía esta oración aprendida de su madre: “Buenos días Jesús, buenos días María, os doy el corazón y el alma mía” .
En esta etapa, la vivencia religiosa se debe transmitir dentro de la máxima claridad y con actos concretosen un clima de intensa afectividad. Conviene por lo tanto, que el niño vea desde su cuna o cama una imagende Jesús y de la Virgen y que se le enseñe a besar alguna imagen o medalla con la misma naturalidad que besa a sus padres.
Es bueno aprovechar la Navidad y otras ocasiones cristianas durante el año para narrarle historias sencillas sobre la vida de Jesús y la Virgen.
Entre los 3 y los 6 años
Más importante que enseñar oraciones vocales, es desarrollar en los niños la capacidad de diálogo sencillo y espontáneo con su Padre Dios, con Jesús y con María. Es muy importante fomentar que recen cada día al levantarse y al acostarse. Sin embargo hay algunas oraciones que se pueden enseñar no de forma mecánica, como el “ángel de la guarda” o el “Jesús, José y María”.
Es también el momento de enseñar al niño a expresar esos sentimientos religiosos como arrodillarse para rezar ante una imagen, persignarse o besar un crucifijo.
Esta es la etapa en que el niño comienza a comprender el valor de la Santa Misa y por lo tanto es bueno llevarlo, cuando sea posible, a misas dominicales especiales para chicos. Esto les ayudará a tomar la Eucaristía no como un compromiso obligado, sino como un diálogo con Dios a través de esta ceremonia.
Entre los 6 y los 10 años
Esta es la edad en la que los padres deben convertirse en los primeros catequistas de sus hisjos. Es la edad del razonamiento y por lo tanto conviene tener en cuenta lo siguiente:
- Elegir un buen colegio
- Continuar con el ejemplo
- Consolidar su formación religiosa
- Prepararlos para la primera Confesión (en sintonía con la parroquia o colegio)
- Prepararlos para la Primera Comunión (idem)
- Ayudarles a formar su conciencia.
- Continuar con las virtudes humanas y sociales.
(Espere un próximo artículo en LaFamilia.info sobre la preparación para la primera
Confesión y para la Primera Comunión)
Esta es la llamada “Edad de Oro” y es el momento en el que los padres pueden ganar en buena parte la batalla de la adolescencia.
Entre los 10 y los 12 años
En esta etapa los consejos son una continuación de la etapa anterior, pero con una clara orientación a preparar para la edad de la crisis: la adolescencia. Por esto conviene cuidar, entre otras cosas, las siguientes:
- Seguir orientando la vida de piedad.
- Dar criterios claros y asegurarse que se han entendido bien.
- Ayudarle a intensificar la vivencia de las virtudes, especialmente la caridad (virtud principal), la sinceridad, la laboriosidad y la reciedumbre.
- Darle una información sexual adecuada a su edad y a las circunstancias del ambiente en que se mueve.
- Ayudarle a usar su libertad responsablemente.
- Resaltar la necesidad y el valor de ayudar a los demás.
- Enseñarles a descubrir el valor de una buena amistad.
- Mantener con los hijos un clima de amistad, confianza y alegría.
Fuente: “Urgencias de la Catequesis Familiar” de Pedro de la Herrán y Fernando Corominas
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