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lunes, 28 de abril de 2014

Lo que debes hacer para no poner en riesgo tu relación de pareja


Demasiadas horas de trabajo y responsabilidades, poco tiempo de sueño, escasos momentos de ocio personal… Cierto es que, ante este panorama, el tiempo para dedicarse a la pareja no es mucho y cuando ambos están juntos es habitual que estén cansados de todo el día y queden pocas energías para la relación. A todo ello se pueden añadir ciertas dificultades como, por ejemplo, que la pareja tenga que vivir en la distancia, que alguno de los dos sufra alguna enfermedad o problema médico, que aparezcan problemas en la sexualidad por desgaste o porque exista alguna disfunción sexual, dificultades con algún hijo, que la suegra viva con ellos en la misma casa…
Este tipo de situaciones puede derivar en roces, necesidades no cubiertas e insatisfacción en la relación y sacar a relucir lo peor de cada uno. Por eso, es necesario que la pareja esté construida sobre unos pilares sólidos que no se tambaleen ante las adversidades.

Cayetana Hurtado de Mendoza, coordinadora Escuela de Parejas de la Fundación Educativa Universidad de padres, y Mila Cahue, psicóloga de parejas de Centro de Psicología Álava-Reyes, aportan los siguientes consejos para que la relación de pareja no falle:

Comunicarse de forma abierta y clara y llegar a un entendimiento mutuo será una de las herramientas más eficaces en el funcionamiento de la pareja. Sin olvidar que debe ser acorde lo que uno piensa con lo que uno dice para que exista una comunicación eficaz, decir en cada momento lo que uno piensa y no esperar a que sea el otro el que lo adivine, pues si no se lo comunicamos no tendrá forma de saberlo.
La pareja es un proyecto en el que se tiene que invertir a diario, la relación no solo se sustenta en el sentimiento amoroso sino que hace falta además atención, cuidados, mimos diarios…etc.

No dejar de decir cosas bonitas y agradables a diario ayuda a mantener un buen ambiente entre los dos. Además es más barato y saludable que un regalo material.

Disponer siempre de tiempo exclusivo para la pareja —sin hijos ni amigos—, al menos una vez a la semana, para poder hablar tranquilamente de temas más personales y sin interrupciones.

Las expectativas con las que uno llega a la relación deben ser realistas y adaptativas; es decir, si se mantienen expectativas muy exigentes en el otro, en lo que nos va a aportar o viendo a la pareja como la responsable de nuestra felicidad estaríamos en un error. Esta actitud traería consigo dependencia de la pareja y una fuente de frustración.

Debe darse una reciprocidad en cuanto que son dos los individuos que la forman, ambos deben sentir un equilibrio y que los dos reciben y aportan en condiciones similares.

Nunca dejarse de hablar. Siempre hay que expresar cómo nos sentimos. Si el enfado es muy grande, no dejarse llevar por el impulso y decir cosas que no pensamos y de las que después nos arrepintamos. Dar marcha atrás en este asunto, como si nunca hubiéramos dicho algo, es casi imposible.

Una relación implica ceder en algunas cuestiones y no imponer el propio criterio.

El respeto mutuo y la sinceridad serán elementos clave.

Es muy importante que no se pierda en la monotonía del día a día la espontaneidad y la capacidad de sorprender al otro. Así como el cuidado de los detalles, los buenos gestos, la sonrisa…. todo aquello que al inicio nos sale solo y de forma constante debe seguir manteniéndose.
No olvidarse de dar el beso de buenas noches.

Expresar a la pareja en cada momento lo que se piensa y siente libremente acerca de uno mismo y del otro. Es fundamental que la otra persona no tenga dudas acerca de nuestros sentimientos de amor y admiración y, por ello, no hay mejor forma que expresarlo verbalmente y mediante gestos de cariño.

Mantener el contacto físico y espacios de intimidad. Esto será especialmente importante con la llegada de los hijos, saber buscar momentos y no caer en la rutina. Es muy importante sentirse atractivos y deseados por la pareja.

No dejar en ridículo a la pareja delante de terceras personas ni en segundo plano.

No confundir amor con enamoramiento. En una fase inicial existen emociones muy intensas que pueden llegar a nublar el entendimiento e idealizan al objeto amado, en un momento posterior, pasamos a una fase en la que las emociones se atemperan y empieza a intervenir más la razón y la voluntad. Aquí es cuando comienza el verdadero sentimiento de amor y cuando elegimos construir un proyecto con la pareja. No debemos interpretar la calidad de nuestra relación solamente teniendo en cuenta la intensidad emocional.
Pedir y saber recibir será otra de las habilidades que ayudarán. Es muy importante demandar lo que uno necesita o decir con lo que no se está de acuerdo en el momento en que se necesite y, por otra parte, dejarse cuidar y saber aceptar las críticas constructivas que puede hacer la pareja.

El objetivo no es tener la razón, sino llegar a un entendimiento o a una solución cuando se produce alguna desavenencia en la pareja. Por ello, será prioritario que la pareja disponga de unas buenas estrategias de afrontamiento activo frente a los problemas.

El respeto hacia las opiniones, decisiones y proyectos del otro es básico y nunca debe perderse.

Es importante poner los límites adecuados y llegar a acuerdos en la manera en la que se aborda la familia extensa.

 


martes, 22 de abril de 2014

¿En qué posición duermes con tu pareja?


Dime cómo duermes con tu pareja y te diré qué tan fuerte es tu relación. Y es que un estudio reciente concluyó que la posición en la que duermes con tu cónyuge indica cómo es su relación, de acuerdo con lo publicado en el Daily Mail.


Por ejemplo, las parejas que duermen con menos de dos centímetros de distancia entre ellos, son más propensos a ser más felices que aquellos que mantienen una distancia de más de 60 centímetros.


Los datos…


De las mil personas entrevistadas para el estudio, 42% de las parejas aseguraron dormir espalda con espalda, 31% en la misma dirección y sólo 4% en dirección contraria.


Cerca del 34% duerme haciendo contacto corporal; de hecho, 12% pasa la noche a menos de 2 centímetros de distancia entre uno y otro y sólo el 2% dijo que en la cama tienen una separación de más de 60 centímetros.


Y aún hay más, pues el estudio concluyó que las parejas que duermen “cara a cara” tienden a ser más felices que  aquellas que lo hacen con los rostros en dirección opuesta o en la clásica postura de “cuchara”.


Richard Wiseman, profesor de psicología de la Universidad de Hertfordshire aseguró que aquellas parejas que duermen muy cerca entre sí, suelen ser más extrovertidos que los que no lo hacen.


Asimismo, Wiseman asegura que el 94% de las parejas que se tocan mientras duermen son más felices en sus relaciones, comparados con el 68% de las parejas que no se tocan.
Aquí te dejamos una infografía que te explica la forma en la que las parejas duermen y su grado de satisfacción en la relación.
 


lunes, 21 de abril de 2014

¿Qué frecuencia sexual es la "normal"?



A menudo nos preguntamos si es suficiente o 'normal' tener cierta cantidad de encuentros sexuales a la semana. ¿Es poco sólo una vez cada siete días? ¿Es demasiado más de cuatro cada semana? Para despejar todas las dudas, entrevistó a la sexóloga y psicóloga Yanina Cotarelo.
"Hay personas que son más sexuales que otras, que tienen más deseo y necesidad sexual. Es así que no será el mismo ritmo de una persona más deseante que de alguien cuyo deseo sexual está en un plano secundario en sus intereses", informa Cotarelo, con lo cual afirma que no se puede comparar la frecuencia sexual de una pareja con otra.
Ah: ¿Se puede hablar de una frecuencia sexual 'normal'?
YC: La frecuencia habitual en una pareja estable es de una a dos veces por semanas, es probable que una pareja nueva tenga relaciones tres o cuatro veces en una semana, dependiendo de su ritmo de vida y responsabilidades, es decir si su jornada laboral es entre diez y doce horas posiblemente la vinculación sexual disminuya.

Ah: ¿De qué depende la frecuencia sexual? ¿Está íntimamente relacionada con el bienestar de la pareja?
YC: La sexualidad comienza afuera del dormitorio, todo lo que sucede en la pareja afecta al deseo. Las mujeres unimos lo emocional a lo sexual, esto no significa que no podamos tener sexo sin amor como ya lo hemos conversado, si no que cuando estamos enojadas, tristes, angustiadas, sobre todo en lo relacionado con la pareja, es común que no deseemos tener sexo. El hombre, si tuviera los mismos sentimientos, probablemente no proponga pero sí lo acepta, puede separar las emociones del deseo sexual.

Ah: ¿Es posible mantener una alta frecuencia sexual a través de los años? ¿Cómo se logra?
YC: Es muy importante estar abierta al encuentro. Es posible que lo que pierdas es el deseo espontáneo del encuentro sexual pero si el otro te propone y te permitís entrar en ese juego es posible que te excites y te den ganas. Ambos deben tener iniciativa para no producir desgaste ni malestar en el que lo hace, tanto sea el hombre como la mujer.
Con los roces de la vida cotidiana ser el único con la responsabilidad de iniciar un encuentro sexual es un peso en los hombros que actúa de manera negativa. Es recomendable buscar cambios en la forma de comenzar, por ejemplo si siempre lo hacen acostados en la cama, probar darse vuelta, sentarse o buscar una silla, un puff, el piso de la misma habitación, en el día a día es posible que no tengas ganas de irte arriba del lavarropas a probar la emoción del centrifugado.
La fantasía es ilimitada y siempre alimenta a la pareja, esto no quiere decir que se debe cumplir cada una, se pueden contar historias, hacer personajes, traer accesorios. Cada tanto está bueno llevar a cabo una propuesta fuera de casa y sobretodo cuando ya se han devenido en padres, hay roles establecidos, preocupaciones, atenciones. Cuando la pareja está a solas es una oportunidad para poder encontrarse como un hombre y una mujer. Cada uno es responsable de su placer, una es quien debe mostrarle al otro lo que le gusta y lo que le desagrada. Tener un rol activo y pasivo, ser flexible es indispensable para mantener el placer de ambos.

Ah: ¿Cuándo hay que preocuparse?
YC: Se calcula entre 3 meses y un año sin deseo ni actividad sexual, hay que evaluar el entorno y los factores de estress, ecónómicos, familiares, de salud, laborales, que puedan afectar al mismo.

Fuente: Derf

viernes, 18 de abril de 2014

VIERNES SANTO

En este día recordamos cuando Jesús muere en la cruz para salvarnos del pecado y darnos la vida eterna. El sacerdote lee la pasión de Cristo en la liturgia de la Adoración a la cruz. Ese día no se celebra la Santa Misa.

En las iglesias, las imágenes se cubren con una tela morada al igual que el crucifijo y el sagrario está abierto en señal de que Jesús no está.

El color morado en la liturgia de la Iglesia significa luto. Se viste de negro la imagen de la Virgen en señal de luto por la muerte de su Hijo.

Podemos recordar leyendo el Evangelio de San Juan, capítulo 18, versículos 1-19, 42.

¿Cómo podemos vivir este día?

Este día manda la Iglesia guardar el ayuno y la abstinencia.
Se acostumbra rezar el Vía Crucis y meditar en las Siete Palabras de Jesús en la cruz.
Se participa en la Liturgia de Adoración a la Cruz con mucho amor, respeto y devoción.
Se trata de acompañar a Jesús en su sufrimiento.
A las tres de la tarde, recordamos la crucifixión de Jesús rezando el Credo

La tarde del Viernes Santo presenta el drama inmenso de la muerte de Cristo en el Calvario. La cruz erguida sobre el mundo sigue en pie como signo de salvación y de esperanza.

Con la Pasión de Jesús según el Evangelio de Juan contemplamos el misterio del Crucificado, con el corazón del discípulo Amado, de la Madre, del soldado que le traspasó el costado.

San Juan, teólogo y cronista de la pasión nos lleva a contemplar el misterio de la cruz de Cristo como una solemne liturgia. Todo es digno, solemne, simbólico en su narración: cada palabra, cada gesto. La densidad de su Evangelio se hace ahora más elocuente.
Y los títulos de Jesús componen una hermosa Cristología. Jesús es Rey. Lo dice el título de la cruz, y el patíbulo es trono desde donde el reina. Es sacerdote y templo a la vez, con la túnica inconsútil que los soldados echan a suertes. Es el nuevo Adán junto a la Madre, nueva Eva, Hijo de María y Esposo de la Iglesia. Es el sediento de Dios, el ejecutor del testamento de la Escritura. El Dador del Espíritu. Es el Cordero inmaculado e inmolado al que no le rompen los huesos. Es el Exaltado en la cruz que todo lo atrae a sí, por amor, cuando los hombres vuelven hacia él la mirada.

La Madre estaba allí, junto a la Cruz. No llegó de repente al Gólgota, desde que el discípulo amado la recordó en Caná, sin haber seguido paso a paso, con su corazón de Madre el camino de Jesús. Y ahora está allí como madre y discípula que ha seguido en todo la suerte de su Hijo, signo de contradicción como El, totalmente de su parte. Pero solemne y majestuosa como una Madre, la madre de todos, la nueva Eva, la madre de los hijos dispersos que ella reúne junto a la cruz de su Hijo. Maternidad del corazón, que se ensancha con la espada de dolor que la fecunda.

La palabra de su Hijo que alarga su maternidad hasta los confines infinitos de todos los hombres. Madre de los discípulos, de los hermanos de su Hijo. La maternidad de María tiene el mismo alcance de la redención de Jesús. María contempla y vive el misterio con la majestad de una Esposa, aunque con el inmenso dolor de una Madre. Juan la glorifica con el recuerdo de esa maternidad. Ultimo testamento de Jesús. Ultima dádiva. Seguridad de una presencia materna en nuestra vida, en la de todos. Porque María es fiel a la palabra: He ahí a tu hijo.

El soldado que traspasó el costado de Cristo de la parte del corazón, no se dio cuenta que cumplía una profecía y realizaba un último, estupendo gesto litúrgico. Del corazón de Cristo brota sangre y agua. La sangre de la redención, el agua de la salvación. La sangre es signo de aquel amor más grande, la vida entregada por nosotros, el agua es signo del Espíritu, la vida misma de Jesús que ahora, como en una nueva creación derrama sobre nosotros.

La celebración
Hoy no se celebra la Eucaristía en todo el mundo. El altar luce sin mantel, sin cruz, sin velas ni adornos. Recordamos la muerte de Jesús. Los ministros se postran en el suelo ante el altar al comienzo de la ceremonia. Son la imagen de la humanidad hundida y oprimida, y al tiempo penitente que implora perdón por sus pecados.
Van vestidos de rojo, el color de los mártires: de Jesús, el primer testigo del amor del Padre y de todos aquellos que, como él, dieron y siguen dando su vida por proclamar la liberación que Dios nos ofrece.

Acción litúrgica en la muerte del Señor
1. La Entrada

La impresionante celebración litúrgica del Viernes empieza con un rito de entrada diferente de otros días: los ministros entran en silencio, sin canto, vestidos de color rojo, el color de la sangre, del martirio, se postran en el suelo, mientras la comunidad se arrodilla, y después de un espacio de silencio, dice la oración del dia.

2. Celebración de la Palabra

    Primera Lectura
    Espectacular realismo en esta profecía hecha 800 años antes de Cristo, llamada por muchos el 5º Evangelio. Que nos mete en el alma sufriente de Cristo, durante toda su vida y ahora en la hora real de su muerte. Dispongámonos a vivirla con Él.
  • Salmo ResponsorialEn este Salmo, recitado por Jesús en la cruz, se entrecruzan la confianza, el dolor, la soledad y la súplica: con el Varón de dolores, hagamos nuestra esta oración.
  • Segunda lecturaEl Sacerdote es el que une a Dios con el hombre y a los hombres con Dios... Por eso Cristo es el perfecto Sacerdote: Dios y Hombre. El Único y Sumo y Eterno Sacerdote. Del cual el Sacerdocio: el Papa, los Obispos, los sacerdotes y los Diáconos, unidos a Él, son ministros, servidores, ayudantes...
  • Versículo antes del Evangelio (Flp 2, 8-9)
    Cristo, por nosotros, se sometió incluso a la muerte, y una muerte de cruz. Por eso Dios lo levantó sobre todo, y le concedió el "Nombre-sobre-todo-nombre".
    Como siempre, la celebración de la Palabra, después de la homilía, se concluye con una ORACIÓN UNIVERSAL, que hoy tiene más sentido que nunca: precisamente porque contemplamos a Cristo entregado en la Cruz como Redentor de la humanidad, pedimos a Dios la salvación de todos, los creyentes y los no creyentes.

3. Adoración de la Cruz
Después de las palabras pasamos a una acción simbólica muy expresiva y propia de este dia: la veneración de la Santa Cruz es presentada solemnemente la Cruz a la comunidad, cantando tres veces la aclamación:
Mirad el árbol de la Cruz, donde estuvo clavada la salvación del mundo. VENID AADORARLO", y todos nos arrodillamos unos momentos cada vez; y entonces vamos, en procesión, a venerar la Cruz personalmente, con una genuflexión (o inclinación profunda) y un beso (o tocándola con la mano y santiguándonos); mientras cantamos las alabanzas a ese Cristo de la Cruz:
"Pueblo mío, ¿qué te he hecho...?" "Oh Cruz fiel, árbol único en nobleza..." "Victoria, tú reinarás..."


4. La Comunión
Desde 1955, cuando lo decidió Pío Xll en la reforma que hizo de la Semana Santa, no sólo el sacerdote -como hasta entonces - sino también los fieles pueden comulgar con el Cuerpo de Cristo.

 
Aunque hoy no hay propiamente Eucaristía, pero comulgando del Pan consagrado en la celebración de ayer, Jueves Santo, expresamos nuestra participación en la muerte salvadora de Cristo, recibiendo su "Cuerpo entregado por nosotros".

jueves, 17 de abril de 2014

Jueves Santo


 
17 de abril 2014. Jueves en que Cristo instituyó el sacramento de la Eucaristía, también conocido como la Última Cena.
 

  
Significado de la celebración

El Jueves Santo se celebra:
  La Última Cena,
  El Lavatorio de los pies,
  La institución de la Eucaristía y del Sacerdocio
  la oración de Jesús en el Huerto de Getsemaní.
 

 
En la mañana de este día, en todas las catedrales de cada diócesis, el obispo reúne a los sacerdotes en torno al altar y, en una Misa solemne, se consagran los Santos Óleos que se usan en los Sacramentos del Bautismo, Confirmación, Orden Sacerdotal y Unción de los Enfermos.

En la Misa vespertina, antes del ofertorio, el sacerdote celebrante toma una toalla y una bandeja con agua y lava los pies de doce varones, recordando el mismo gesto de Jesús con sus apóstoles en la Última Cena.

a)Lecturas bíblicas:

Libro del Éxodo 12, 1-8. 11-14; Primera carta del apóstol San Pablo a los corintios 11, 23-26; Evangelio según San Juan 13, 1-15.

b)La Eucaristía

Este es el día en que se instituyó la Eucaristía, el sacramento del Cuerpo y la Sangre de Cristo bajo las especies de pan y vino. Cristo tuvo la Última Cena con sus apóstoles y por el gran amor que nos tiene, se quedó con nosotros en la Eucaristía, para guiarnos en el camino de la salvación.
Todos estamos invitados a celebrar la cena instituida por Jesús. Esta noche santa, Cristo nos deja su Cuerpo y su Sangre. Revivamos este gran don y comprometámonos a servir a nuestros hermanos.

c)El lavatorio de los pies

Jesús en este pasaje del Evangelio nos enseña a servir con humildad y de corazón a los demás. Este es el mejor camino para seguir a Jesús y para demostrarle nuestra fe en Él. Recordar que esta no es la única vez que Jesús nos habla acerca del servicio. Debemos procurar esta virtud para nuestra vida de todos los días. Vivir como servidores unos de otros.

d)La noche en el huerto de los Olivos

   
Lectura del Evangelio según San Marcos14, 32-42.:
Reflexionemos con Jesús en lo que sentía en estos momentos: su miedo, la angustia ante la muerte, la tristeza por ser traicionado, su soledad, su compromiso por cumplir la voluntad de Dios, su obediencia a Dios Padre y su confianza en Él. Las virtudes que nos enseña Jesús este día, entre otras, son la obediencia, la generosidad y la humildad.


    La cena de pascua en tiempos de Jesús

    Hace miles de años, los judíos vivían en la tierra de Canaán, pero sobrevino una gran carestía y tuvieron que mudarse a vivir a Egipto, donde el faraón les regaló unas tierras fértiles donde pudieran vivir, gracias a la influencia de un judío llamado José, conocido como El soñador.

    Después de muchos años, los israelitas se multiplicaron muchísimo en Egipto y el faraón tuvo miedo de que se rebelaran contra su reino. Ordenó matar a todos los niños varones israelitas, ahogándolos en el río Nilo. Moisés logró sobrevivir a esa matanza, pues su madre lo puso en una canasta en el río y fue recogido por la hija del faraón.
El faraón convirtió en esclavos a los israelitas, encomendándoles los trabajos más pesados.

Dios eligió a Moisés para que liberara a su pueblo de la esclavitud. Como el faraón no accedía a liberarlos, Dios mandó caer diez plagas sobre Egipto.
   
La última de esas plagas fue la muerte de todos los primogénitos del reino.
Para que la plaga no cayera sobre los israelitas, Dios ordenó a Moisés que cada uno de ellos marcara la puerta de su casa con la sangre de un cordero y le dio instrucciones específicas para ello: En la cena, cada familia debía comerse entero a un cordero asado sin romperle los huesos. No debían dejar nada porque al día siguiente ya no estarían ahí. Para acompañar al cordero debían comerlo con pan ázimo y hierbas amargas. La hierbas amargas ayudarían a que tuvieran menos sed, ya que tendrían que caminar mucho en el desierto. El pan al no tener levadura no se haría duro y lo podían llevar para comer en el camino. Les mandó comer de pie y vestidos de viaje, con todas sus cosas listas, ya que tenían que estar preparados para salir cuando les avisaran.

Al día siguiente, el primogénito del faraón y de cada uno de los egipcios amaneció muerto. Esto hizo que el faraón accediera a dejar a los israelitas en libertad y éstos salieron a toda prisa de Egipto. El faraón pronto se arrepintió de haberlos dejado ir y envió a todo su ejército para traerlos de nuevo. Dios ayudó a su pueblo abriendo las aguas del mar Rojo para que pasaran y las cerró en el momento en que el ejército del faraón intentó pasar.

Desde ese día los judíos empezaron a celebrar la pascua en la primera luna llena de primavera, que fue cuando Dios los ayudó a liberarse de la esclavitud en Egipto.
Pascua quiere decir “paso”, es decir, el paso de la esclavitud a la libertad. El paso de Dios por sus vidas.

Los judíos celebran la pascua con una cena muy parecida a la que tuvieron sus antepasados en la última noche que pasaron en Egipto.

Las fiesta de la pascua se llamaba “Pesaj” y se celebraba en recuerdo de la liberación del pueblo judío de la esclavitud de Egipto. Esto lo hacían al llegar la primavera, del 15 al 21 del mes hebreo de Nisán, en la luna llena.

Los elementos que se utilizaban en la cena eran los siguientes:
  El Cordero: Al salir de Egipto, los judíos sacrificaron un cordero y con su sangre marcaron los dinteles de sus puertas.
  Karpas: Es una hierba que se baña en agua salada y que recuerda las miserias de los judíos en Egipto.
  Naror: Es una hierba amarga que simboliza los sufrimientos de los hebreos durante la esclavitud en Egipto. Comían naror para recordar que los egipcios amargaron la vida sus antepasados convirtiéndolos en esclavos.
  Jarose: Es una mezcla de manzana, nuez, miel, vino y canela que simboliza la mezcla de arcilla que usaron los hebreos en Egipto para las construcciones del faraón.
  Matzá: Es un pan sin levadura que simboliza el pan que sacaron los hebreos de Egipto que no alcanzó a fermentar por falta de tiempo.
  Agua salada: Simboliza el camino por el Mar Rojo.
  Cuatro copas de vino: Simbolizan cuatro expresiones Bíblicas de la liberación de Israel.
  Siete velas: Alumbran dan luz. Esta simbolizan la venida del Mesías, luz del mundo.

La cena constaba de ocho partes:

1. Encendido de las luces de la fiesta: El que presidía la celebración encendía las velas, todos permanecían de pie y hacían una oración.

2. La bendición de la fiesta (Kiddush): Se sentaban todos a la mesa. Delante del que presidía la cena, había una gran copa o vasija de vino.
Frente a los demás miembros de la familia había un plato pequeño de agua salada y un plato con matzás, rábano o alguna otra hierba amarga, jaroses y alguna hierba verde.

Se servía la primera copa de vino, la copa de acción de gracias, y les daban a todos los miembros de la familia. Todos bebían la primera copa de vino. Después el sirviente presentaba una vasija, jarra y servilleta al que presidía la celebración, para que se lavara sus manos mientras decía la oración. Se comían la hierba verde, el sirviente llevaba un plato con tres matzás grandes, cada una envuelta en una servilleta. El que presidía la ceremonia desenvolvía la pieza superior y la levantaba en el plato.

3. La historia de la salida de Egipto (Hagadah) Se servían la segunda copa de vino, la copa de Hagadah. Alguien de la familia leía la salida de Egipto del libro del Éxodo, capítulo 12. El sirviente traía el cordero pascual que debía ser macho y sin mancha y se asaba en un asador en forma de cruz y no se le podía romper ningún hueso. Se colocaba delante del que presidía la celebración les preguntaba por el significado de la fiesta de Pesaj. Ellos respondían que era el cordero pascual que nuestros padres sacrificaron al Señor en memoria de la noche en que Yahvé pasó de largo por las casas de nuestros padres en Egipto. Luego tomaba la pieza superior del pan ázimo y lo sostenía en alto. Luego levantaba la hierba amarga.

4.Oración de acción de gracias por la salida de Egipto: El que presidía la ceremonia levantaba su copa y hacía una oración de gracias. Colocaba la copa de vino en su lugar. Todos se ponían de pie y recitaban el salmo 113.

5. La solemne bendición de la comida: Todos se sentaban y se bendecía el pan ázimo y las hierbas amargas. Tomaba primero el pan y lo bendecía. Después rompía la matzá superior en pequeñas porciones y distribuía un trozo a cada uno de los presentes. Ellos lo sostenían en sus manos y decían una oración. Cada persona ponía una porción de hierba amarga y algo de jaroses entre dos trozos de matzá y decían juntos una pequeña oración.

6. La cena pascual: Se llevaba a cabo la cena.

7. Bebida de la tercera copa de vino: la copa de la bendición.- Cuando se terminaban la cena, el que presidía tomaba la mitad grande de la matzá en medio del plato, la partía y la distribuía a todos los ahí reunidos. Todos sostenían la porción de matzá en sus manos mientras el que presidía decía una oración y luego se lo comían. Se les servía la tercera copa de vino, “la copa de la bendición”. Todos se ponían de pie y tomaban la copa de la bendición.

8. Bendición final: Se llenaban las copas por cuarta vez. Esta cuarta copa era la “Copa de Melquisedec”. Todos levantaban sus copas y decían una oración de alabanza a Dios. Se las tomaban y el que presidía la ceremonia concluía la celebración con la antigua bendición del Libro de los Números (6, 24-26).

http://es.catholic.net/celebraciones

lunes, 14 de abril de 2014

Matrimonio, base sólida de la familia


Siempre escuchamos decir que la familia es la base de la sociedad, pero pocas veces nos damos cuenta conscientemente de que el matrimonio es a su vez la base sólida en el cual se cimienta la familia. Múltiples estudios psicológicos y sociológicos demuestran claramente que el elemento que más afecta a los hijos, positiva o negativamente, es la calidad de la relación que llevan los padres. Si entre ellos hay constantes discusiones, peleas, insultos y malos tratos, o si simplemente se ignoran y no llevan una relación abierta, amorosa y sana, los hijos crecen inseguros, inestables y hasta rebeldes. Por el contrario, si la relación de los padres es una de armonía, amor, respeto y comunicación positiva y efectiva, los hijos crecen serenos y felices. Realmente no es necesario leer ninguno de estos estudios para darse cuenta, por experiencia vivida, de esta contundente verdad. 
No pretendemos decir que debemos tener una relación de pareja “perfecta” para tener una familia estable y feliz. Todos somos humanos y en ciertos momentos cometeremos errores. Pero deseamos crear conciencia de la importancia de tener una relación de pareja sana. Es por ello que las Sagradas Escrituras, el Catecismo de la Iglesia Católica y múltiples documentos eclesiales y teológicos nos indican la importancia del matrimonio para la familia, la Iglesia y la sociedad. Al meditar esta realidad, nos damos cuenta de que si el matrimonio está sólido, la familia también lo está; y si la familia está bien, la sociedad está mucho mejor. No nos sorprende entonces las enseñanzas de la Iglesia que nos muestran que el matrimonio (la unión del hombre y la mujer en una sola carne, unidos en el amor eterno de Dios) es el reflejo vivo del amor de Dios en la tierra.
Por ello, si la pareja quiere tener una familia sólida, estable y feliz, debe primero desarrollar una relación conyugal sana en la cual reine el respeto mutuo y en la que el amor entre los dos sea el vehículo para ofrecer a los hijos, y por consiguiente a la familia entera, un ambiente propicio de amor y paz. 
 

domingo, 13 de abril de 2014

42 fórmulas ¿infalibles? para enamorar a una mujer


1. Evita ante todo responder con un “okey”, un monosílabo, una onomatopeya o cualquier otra respuesta corta que haga pensar que no la escuchas.
2. Pon una foto suya de fondo de pantalla de tu teléfono o computador.

3. Toma y entrelaza tu mano con la suya, aunque sea sólo por un segundo.

4. Acaricia y juega con su pelo de forma suave y reiterada.
5. Cada vez que hables, mírala a los ojos y sonríe.

6. Si te ven conversando con otra mujer, cuando termines de hablar, camina hacia ella, abrázala y dale un beso que la haga sentir que no tiene competencia.
7. Cada vez que le hagas una promesa, hazlo con convicción y, lo más importante, cúmplelas

8. Si el mundo o tus amigos piensan que está “loca”, comparte con ella su locura.
9. Que sus logros te hagan feliz y aliéntala a aceptar nuevos retos.

10. Dile que si de ti depende, no la dejarás jamás.
11. Envíale un mensaje de buenas noches mientras ella está durmiendo, así se despierta al otro día con una sonrisa en su rostro.

12. No le digas bonita o linda, dile derechamente hermosa.
13. Que ella sea tu prioridad, no una opción entre muchas.

14. Invítala a ver una película con algo rico para comer y abrazados.
15. En vez de salir con tus amigos, pasa tiempo de calidad con ella.

16. Bésala cada vez que sientas ganas de hacerlo.
17. No ganes todas las discusiones, déjala ganar una a pesar que esté equivocada.

18. Preocúpate de los pequeños grandes detalles
19. Respétala a ella, su familia, sus amigos, sus valores y creencias.

20. Baila con ella, incluso si no hay música.
21. Acércate despacio, abrázala por detrás, dale un beso en el cuello y dile que la amas al oído.

22. Apoya sus caprichos y enamórate de sus defectos.
23. Cada vez que tengas tentaciones de estar con otra mujer, permanece fiel.

24. Dale tu chaqueta o abrigo cuando tenga frío.
25. En cada acto y acción hazle sentir que ella es la única en el mundo.

26. No esperes siempre que ella dé el primer paso.Toma la iniciativa.
27. Hazle masajes sensitivos de pies, espalda, cuello, hombros y, por supuesto, el cuerpo completo.

26. Regálale flores y chocolates por el sólo hecho de ser cómo es.
27. Si está cansada deja que duerma entre tus brazos.

28. Que sepa que tu vida pierde sentido si no estás con ella.
29. No cambies tu personalidad cuando estás con amigos y cuando están solos.

30. En las redes sociales trata de ser muy cariñoso con ella.
31. Asegúrate siempre de estar apoyándola cuando te necesite.

31. De vez en cuando planea una salida sorpresa, donde su única preocupación sea verse bonita.
32. Sal de compras con ella y sé comprensivo cuando no encuentre lo que busca.

33. En el momento más inesperado del día, escríbele o llámala para decirle que estás pensando en ella.
34. Lucha junto a ella cuando veas que se está dando por vencida.

35. Abrázala cuando se sienta débil y crea que no puede seguir adelante.
36. Nunca dejes que los demás influyan en una decisión de pareja.

37. Entrégale siempre razones justificadas por tus acciones.
38. Cuando salgan juntos, preséntala a todo el mundo como tu pareja.

39. Asegúrate que ella sepa quiénes son tus amigos y viceversa.
40. Abrázala en público para demostrarle que estás orgulloso de ella.

41. Aprende a reconocer cada uno de sus detalles y aprende a elogiarlos.
42. En días de invierno, dale un buen beso bajo la lluvia; en la playa, un beso en el atardecer.

Bonus track
43. En los momentos íntimos preocúpate de ella y de sus gustos, de sus tiempos y de sus fantasías.

Fuente: Contexto

 

viernes, 11 de abril de 2014

La Familas en Cuaresma

Qué podemos hacer en familia para vivir la cuaresma? Muchas cosas, yo sugiero sólo algunas:

1) Recuperar el sentido de un Dios que nos ama como Creador y Padre, ante quien hemos de ser agradecidos. Para ello cultivar constantemente la relación con Dios como Padre Bueno; recitar muchas veces, con confianza, la oración que Jesús nos enseñó, del “Padre nuestro”, disfrutándola, meditándola, practicándola. Cultivar la actitud de ser agradecidos con Dios: por la vida que nos concede, cada día como una novedad, el tener familia, trabajo, el tener amigos, el poder ir saliendo adelante…

2) Recuperar el sentido de nuestros pecados. Todos hemos pecado, reconocerlo es un signo de valentía y humildad. Pero los reconocemos ante un Dios que es lento para enojarse y generoso para perdonar, clemente y compasivo. Ayuda saber pedir perdón y perdonar en familia, lo cual no nos rebaja sino que nos ennoblece, especialmente a los adultos, así los niños y los adolescentes también aprenden a pedir perdón. Perdonar y pedir perdón en familia, fortalece la cercanía y la confianza, que cada uno se sepa digno y valioso.

3) Atrevernos a cultivar la actitud del hijo pródigo, que se anima a regresar a la casa paterna confiando en que su padre no lo rechazará. Promover en la relación familiar a darnos tiempo para escucharnos, especialmente escuchar a quien ha vivido una experiencia negativa y dolorosa. También en familia, animarnos y prepararnos a la confesión individual, especialmente en este tiempo de cuaresma.

4) Gozar la fiesta del perdón y del reencuentro que Dios Padre organiza en beneficio nuestro. El sacramento de la reconciliación es la delicia del perdón que Dios nos regala; la Eucaristía es la fiesta de Cristo Jesús que se ofrece en sacrificio a Dios Padre y en banquete como Pan de vida eterna a nosotros.

Los valores que implican estas actitudes, han de ir siendo cultivados desde la más tierna infancia, con la convicción de que nosotros los hemos experimentado y hemos gozado de sus frutos y ahora anhelamos que los pequeños y los jóvenes los vivan también. Tengamos en cuenta que los hábitos se forman a través de frecuentes conductas. Los buenos hábitos no son sólo fruto de estudio y reflexión, sino sobre todo fruto de obras buenas que se aman, de esta manera se convierten en convicciones que se expresan en los muy variados momentos de la vida, alegres o adversos.

De esta manera la penitencia cuaresmal –incrementando la oración, el ayuno y la limosna- no es la fatiga de algo molesto y cansado, sino el baño saludable que nos regenera en la condición de hijos de Dios. La Cuaresma, así, nos lleva al gozo de la Pascua, para compartir el paso de Cristo: del dolor de la muerte en la Cruz a la alegría de su resurrección.