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lunes, 21 de abril de 2014

¿Qué frecuencia sexual es la "normal"?



A menudo nos preguntamos si es suficiente o 'normal' tener cierta cantidad de encuentros sexuales a la semana. ¿Es poco sólo una vez cada siete días? ¿Es demasiado más de cuatro cada semana? Para despejar todas las dudas, entrevistó a la sexóloga y psicóloga Yanina Cotarelo.
"Hay personas que son más sexuales que otras, que tienen más deseo y necesidad sexual. Es así que no será el mismo ritmo de una persona más deseante que de alguien cuyo deseo sexual está en un plano secundario en sus intereses", informa Cotarelo, con lo cual afirma que no se puede comparar la frecuencia sexual de una pareja con otra.
Ah: ¿Se puede hablar de una frecuencia sexual 'normal'?
YC: La frecuencia habitual en una pareja estable es de una a dos veces por semanas, es probable que una pareja nueva tenga relaciones tres o cuatro veces en una semana, dependiendo de su ritmo de vida y responsabilidades, es decir si su jornada laboral es entre diez y doce horas posiblemente la vinculación sexual disminuya.

Ah: ¿De qué depende la frecuencia sexual? ¿Está íntimamente relacionada con el bienestar de la pareja?
YC: La sexualidad comienza afuera del dormitorio, todo lo que sucede en la pareja afecta al deseo. Las mujeres unimos lo emocional a lo sexual, esto no significa que no podamos tener sexo sin amor como ya lo hemos conversado, si no que cuando estamos enojadas, tristes, angustiadas, sobre todo en lo relacionado con la pareja, es común que no deseemos tener sexo. El hombre, si tuviera los mismos sentimientos, probablemente no proponga pero sí lo acepta, puede separar las emociones del deseo sexual.

Ah: ¿Es posible mantener una alta frecuencia sexual a través de los años? ¿Cómo se logra?
YC: Es muy importante estar abierta al encuentro. Es posible que lo que pierdas es el deseo espontáneo del encuentro sexual pero si el otro te propone y te permitís entrar en ese juego es posible que te excites y te den ganas. Ambos deben tener iniciativa para no producir desgaste ni malestar en el que lo hace, tanto sea el hombre como la mujer.
Con los roces de la vida cotidiana ser el único con la responsabilidad de iniciar un encuentro sexual es un peso en los hombros que actúa de manera negativa. Es recomendable buscar cambios en la forma de comenzar, por ejemplo si siempre lo hacen acostados en la cama, probar darse vuelta, sentarse o buscar una silla, un puff, el piso de la misma habitación, en el día a día es posible que no tengas ganas de irte arriba del lavarropas a probar la emoción del centrifugado.
La fantasía es ilimitada y siempre alimenta a la pareja, esto no quiere decir que se debe cumplir cada una, se pueden contar historias, hacer personajes, traer accesorios. Cada tanto está bueno llevar a cabo una propuesta fuera de casa y sobretodo cuando ya se han devenido en padres, hay roles establecidos, preocupaciones, atenciones. Cuando la pareja está a solas es una oportunidad para poder encontrarse como un hombre y una mujer. Cada uno es responsable de su placer, una es quien debe mostrarle al otro lo que le gusta y lo que le desagrada. Tener un rol activo y pasivo, ser flexible es indispensable para mantener el placer de ambos.

Ah: ¿Cuándo hay que preocuparse?
YC: Se calcula entre 3 meses y un año sin deseo ni actividad sexual, hay que evaluar el entorno y los factores de estress, ecónómicos, familiares, de salud, laborales, que puedan afectar al mismo.

Fuente: Derf

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